¿Existe el purgatorio? Contra Lucas Banzoli (parte III)

Esta es la continuación de la respuesta a la parte dos de las dos refutaciones de Banzoli a la doctrina del purgatorio. El artículo anterior fue bastante extenso, por lo que decidí dividir sus 6 réplicas al Profesor Felipe en dos partes. (Puede leer la primera y segunda parte aquí y aquí).

Ahora comenzamos con las objeciones de Banzoli a la exégesis (más particularmente a la de Felipe) católica sobre 1 Corintios 3:15: «pero aquel, cuya obra está en llamas, sufrirá daño. Él, sin embargo, permanecerá salvo, pero mientras pasa por fuego».

Banzoli dice que esto no significa que habrán personas que serán salvas después de quemarse por un fuego purgatorio entre el cielo y el infierno, sino que el texto habla de dos grupos de personas: unos que recibirán mayores recompensas que otros. Él señala que la cláusula «sufrirá pérdida» no se refiere al sufrimiento del purgatorio, sino a la pérdida de la recompensa. También dice que la expresión «salvo como por fuego» no es una indicación de que la persona pasará por el fuego, sino que es una expresión proverbial griega. ¿Cómo respondemos a esto?

Primeramente, es posible que las «obras» de las que se habla en el texto no se refiere a acciones si no a personas. Pablo en otras ocasiones ya hablaba de los cristianos con connotaciones de «obras» o «trabajos». Por ejemplo, 1 Corintios 9:1 llama a los corintios «mi trabajo» (Gr. Ergon) en 3:9 les llama «edificio de Dios» y «templo de Dios» (v.16). Esta idea la capta el teólogo protestante Frayer-Griggs, y comenta lo siguiente:

Estos metales preciosos representan personas humanas. Como el fuego purifica a los hijos de Leví en Malaquías 3, el fuego que asiste al «día» en 1 Corintios 3 pondrá a prueba a los conversos como plata y oro; lo que es imperfecto será quemado, y será refinado y purificado.1

Ahora bien, incluso si el texto no se refiere a las personas en sí, lo cierto es que la prueba tendrá un efecto existencial en el constructor. El texto es claro cuando dice que si la obra se quema «él sufrirá pérdida». ¿De qué forma sufrirá pérdida? Banzoli, como ya vimos, cree que la pérdida será en las recompensas: unos recibirán menos recompensas que otros. Sin embargo, esto solo funciona si el fuego del que se habla aquí es proverbial y no instrumental. La frase «será salvo, aunque así como por fuego» no tiene un carácter proverbial en este texto. Como el ya citado Frayer-Griggs demuestra en su libro, el fuego que menciona Pablo tiene más bien un carácter instrumental. Ya sea que el fuego sea literal o metafórico, es el medio por el cual la persona se salva y sufre pérdida en el juicio. 

Lo que lleva a Griggs a admitir esto es que a lo largo de la septuaginta la frase dia puros (a través del fuego) se usa en sentido instrumental y no proverbial. Esto también lo identifica en literatura intertestamental y en los escritos de Filón de Alejandría2. Además, tenemos evidencia de que la frase «sufrirá pérdida» (Gr. zemióo) se refiere a un castigo. Según Louw-Nida3, zemióo, significa «sufrir castigo» lo que está relacionado al contexto del pasaje tomando en cuenta que el fuego aquí es instrumental y no proverbial. Por lo tanto, el fuego mencionado por San Pablo tiene un carácter punitivo y una correspondiente repercusión existencial en el constructor incluso si lo que se juzga aquí es la obra, y no al constructor. 

Otra objeción de Banzoli a este pasaje, es que el texto no habla de un juicio intermedio sino del juicio final. Esto es cierto. Como se sabe, Pablo escribía en un momento que pensó que él sería partícipe de la Segunda Venida mientras estaba vivo (1 Tes. 4:17; 1 Cor. 15:51) por lo que es coherente ver eso reflejado en este pasaje. Sin embargo, la conclusión de Banzoli es apresurada. Él dice que esto refuta «los malabares exegéticos católicos» porque no se hace alusión a un estado intermedio sino a un evento final, pero eso no es acertado. 

Banzoli no demuestra que los eventos descritos en este pasaje no se pueden aplicar al juicio particular, a aquellos que mueren antes de la Segunda Venida de Cristo. Él tampoco da una explicación de por qué estos eventos deberían ser intrínsecos a este juicio y no al particular. Y de hecho, es razonable pensar que sí se pueden aplicar a este último. 

Pablo habla de que estos eventos tratan de juzgar las obras y a los constructores, es coherente pensar que esto mismo sucede inmediatamente después de la muerte. Hay otros lugares donde Pablo habla de eventos que sucederán en «aquel día» (que Banzoli identifica correctamente como el juicio final) sin que ello sugiera que tales eventos son intrínsecos al juicio final y no al juicio particular. Por ejemplo, considere Romanos 2:16: «en aquel día en que, según mi evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres por Cristo Jesús». ¿Quiere decir que porque este pasaje se refiere al juicio final, entonces en el juicio particular no serán juzgados los secretos del corazón por medio de Jesús?

Pasando a la cuarta refutación de Banzoli a Felipe decidí saltármela, ya que aquí estoy de acuerdo con Banzoli en que Lucas 12:42-48 no se refiere a un purgatorio. Por lo tanto, pasemos a su quinta refutación, la cual va dirigida a Mateo 5:25-26: 

Ponte de acuerdo cuanto antes con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al alguacil y te metan en la carcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que restituyas la última moneda.

Banzoli comenta al respecto: 

Este pasaje habla de un lugar de condenación temporal más que eterno, pero no es una referencia al purgatorio, sino a la Gehena. Si «la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado» (cf. 1 Juan 1, 7), y no sólo de algunos pecados, entonces no hay necesidad de que quede ningún pecado para ser purgado en el purgatorio, a menos que el de Cristo la sangre no fue suficiente para limpiar a tal pecador, pero lo que la sangre de Jesús no puede hacer, ¡el purgatorio sí lo puede hacer!

¡Acertado, sr. Banzoli! El purgatorio también es un lugar de castigo temporal y no eterno, ¿pero qué le hace pensar que ese lugar sea el Gehena? Banzoli también vuelve a reiterar una afirmación que ya abordamos en un artículo anterior, y es que la limpieza por la sangre de Cristo se contrapone a la purificación del purgatorio, por lo que la pasaremos por alto. 

La segunda objeción a este pasaje dice que la visión católica del purgatorio enseña que quienes están ahí ya son salvos, pero si ya son salvos eso implica que ya están limpios, pero eso está lejos de ser cierto. Consideremos al apóstol Juan. Juan estaba seguro de su salvación; sin embargo, él dijo que «todos pecamos» (1 Juan 1:8-10). Banzoli, que me imagino está seguro de su salvación, ¿creerá que está totalmente limpio de pecado?, ¿podría presentarse así ante el Señor?

Me he saltado dos párrafos donde Banzoli reitera alegaciones que ya fueron respondidas, por lo que me fui directamente al último donde dice cuál es el lugar mencionado por Cristo en este pasaje: 

Siendo así, es claro que este texto de Lucas 12:59 [paralelo de Mateo 5:21-22] no se refiere al purgatorio, sino que hay algún otro lugar. Pero si no es el purgatorio, ¿qué más es? Evidentemente no puede ser una referencia al Cielo, pues el texto habla de los perdidos, no de los salvos. El texto sólo puede estar hablando de hell-geena. La gente no se quedará allí para siempre, sino “hasta que pague el último centavo” (v.59). Esto está de acuerdo con el texto que vimos antes, en Lucas 12:42-48, que habla de un lugar de perdición temporal que sólo ocurre después del regreso de Jesús, no antes.

Es curioso lo que dice Banzoli. Si a lo que se refiere aquí Jesús es al Gehena, ya vimos que el profesor de estudios judíos, Simcha Paull Raphael, describe al Gehenna como un lugar de purificación antes de entrar al reino superior postmortem. ¡Oh! Esperen, seguramente el profesor Raphael no sabe nada de judaísmo, ¿no es así? Por otro lado, ¿de dónde concluye Banzoli que este pasaje habla de los condenados? Seguramente parte de sus presupuestos de que los «pecados menores» son dignos del infierno, como ha reiterado en dos ocasiones usando los mismos pasajes, pero si ese es el corazón de su inferencia, ya ha sido refutada. 

Hasta aquí concluimos con las respuestas a Lucas Banzoli. Si leyó el último artículo de Banzoli, se dará cuenta que ignoré dos puntos de refutación a Felipe, pero esto es porque yo mismo no estoy de acuerdo con esos textos que Felipe ha utilizado para defender el purgatorio. En el punto 6, Felipe utiliza 1 Pedro 3:18-19 para decir que es una clara referencia al purgatorio, pero nada indica eso. Por mi parte, yo diría que ese texto sirve como testimonio de que el término griego phulake era utilizado, también, para referirse a una cárcel espiritual. Pero más allá de eso no puedo probar. 

También me abstuve de comentar sus conclusiones porque no las encuentro interesantes y era de esperarse qué es lo que iba a decir. Así, doy por terminada este serie de artículos. Espero en Dios hayan disfrutado estos escritos con, a veces, un leve toque de ironía.

Referencias.

  1. Frayer-Griggs, D. (2016). Saved through Fire. USA: Pickwick Publications. p. 208.
  2.  Ibíd. pp. 206-216. 
  3. Louw-Nida Dictionary, 38:7.

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